The WinDs

La esperanza es el sueño de un hombre despierto

Da Vinci Code: Entrevista Tom Hanks!

Posted by vientos en May 3, 2006

Entrevista a Tom Hanks suministrada por Fox.

¿Qué es lo que te parece tan fascinante de la novela del siglo?
– Mira, me fascinó el ritmo tan realista que mantiene Dan Brown. El libro prácticamente te lo comes y no puedes dejar de leerlo. El aspecto que tiene de cacería trapera, la manera en que te lleva de una clave a otra, es un libro donde participas. El lector toma parte en tratar de averiguar qué significa cada anagrama y qué puede probablemente significar cada clave. Luego, cuando se les muestra la solución, la gente se golpea la cabeza y dice: “¡Vaya! ¿Por qué no me di cuenta de eso?” Creo que es una de las razones por las que se hizo tan popular. Da Vinci mismo es…
Es un enigma…
– Así es. Todos estamos familiarizados con muchas de sus obras y ahí lo tenemos, este hombre de inteligencia impresionante, que puede escribir al revés con ambas manos. Creo que el título mismo, el simple hecho de que incluya a Leonardo, tiene mucho que ver con la atracción que tiene. Adoramos a Leonardo Da Vinci Todo el mundo lo quiere.

Pintó la Mona Lisa a los 51 años. Tu vas a cumplir 50.

– Sí, ya pronto, sí, así que todavía tiene que llegarme mi Mona Lisa. Es bueno saberlo. Me da gusto saberlo

Era la sonrisa de su madre
– Bueno, haces un poco de investigación. Te das cuenta de todas estas cosas fascinantes sobre la manera en que pintaba. Pienso que la gente lo ve como una especie de genio diabólico, sencillamente porque era un genio, porque era tan creativo y nos entrega este maravilloso resultado. Y nosotros, los mortales, tratamos de averiguar y pensamos: “Debe haber estado persiguiendo algo”. Pero en realidad, creo que sólo le encantaba pintar y le encantaba pensar, y le encantaba escribir cosas, y así fue como vivió.

¿Estás conforme con tu decisión de interpretar a Robert Langdon? ¿Cuáles retos enfrentaste al representar este personaje?
– Todos los papeles son retos. El reto para este papel fue hacer que todo tuviera sentido. Usa los símbolos de manera brillante. Lo importante es mantenerlo vivamente y poder comunicar de alguna manera en una película todo lo que está escrito en el libro. No puedes sólo hablar y decir las cosas repitiendo una y otra vez. Tienes que poner todo en conversaciones, tienes que dejarlo que fluya de algún modo. Pero en realidad es un papel muy bien hecho, porque no hay cosas irrelevantes que vayan con él. Es justo la cantidad suficiente de historia de qué está haciendo en París, y a partir de ahí despegamos. Sólo le di vida. Ése es el reto de hacer cualquier papel, darle vida

¿También conociste a Dan Brown?
– Hablé con Dan Brown brevemente por teléfono bastante antes de empezar a trabajar en esto. Luego nos reunimos en Londres con el reparto en las juntas iniciales, para revisar el guión, qué se quedaba y qué no; esto fue como tres o cuatro meses antes de empezar la filmación. Mucho de lo que hablamos fue preguntarle cosas como: “A ver, explícame la racional de por qué esto es tan importante”. Me refiero a que parte de esto es la sagrada feminidad y otra parte es la alquimia de pasar de ser hombre o mujer, a convertirte en el Hijo, y cómo se traduce eso desde la pura seudo ciencia que fue, hasta la búsqueda espiritual que persiguen los grandes héroes. Fue una discusión continuamente fascinante, porque cada vez que él explicaba algo, surgía otra pregunta que teníamos. Su volumen de conocimiento sobre el personaje y sobre la búsqueda de Grail y lo que uno tiene, se remonta a siglos y siglos, entonces lo interesante es que él pudo confirmarnos a todos, pero particularmente a mí, por qué es tan importante y tan fascinante para Langdon, el tipo que ve símbolos por todas partes. Dan Brown tiene todo ese conocimiento.

¿Cuál fue el momento más difícil y cuál el mejor durante la filmación?
– La parte difícil de la película fue tratar de conseguir toda esta información, esta información subliminal, este conocimiento interno en la mente de cada personaje, sacarlo de manera que fuera realista. Constantemente hablábamos en los ensayos y revisábamos el guión con todos los miembros del reparto y con Ron. Yo decía: “Bueno, sí, pero yo ya sabía eso. ¿Por qué decirlo si se supone que ya lo sé?” El gran acertijo fue cómo construir estas escenas donde hay una presentación orgánica de toda esta información. Ése fue el enorme reto y nunca desapareció. Cada día en el set, en cada escena, si estábamos manejando partes muy grandes de diálogo, continuamente tratábamos de equilibrarlo. ¿Qué sabemos? ¿Qué es lo que realmente tenemos que comunicar? ¿Y verdaderamente tenemos que comunicarlo? Nosotros no tenemos el lujo de personas leyendo cinco páginas sobre la Madonna de las Rocas, per se. Entonces, ¿cómo lo manejas?, si es que lo logras. La gran parte es que tuvimos que hacerlo en una escala muy grande. Hicimos todo en esta película, desde tener palabras importantes que se comunican en un auto, desde luego estamos en un auto especial, filmar en la Rue de Rivoli en París a las 3 de la mañana, en el museo de Louvre, y en contraste también en un baño falso o en una oficina que podía estar en cualquier parte. Ésa fue la parte grandiosa de todo esto. Operábamos en esta enorme, masiva y muy, muy popular locación que todo mundo conoce. Y cuando todos conocen algo, por supuesto, entonces el gran reto es, si todos lo conocen, ¿cómo vamos a sorprenderlos? Los retos nunca desaparecen.

Describe tus sentimientos sobre actuar de noche en el museo de Louvre bajo los ojos de la Mona Lisa, corriendo por las galerías entre obras de arte.

– Continuamente nos fascinábamos con todas las obras de arte que teníamos alrededor. Filmamos otras escenas que no van a estar en la película, como una escena donde yo estoy caminando con Jean Reno frente a la enorme pintura de la coronación de la Emperatriz Josefina. Es una de las pinturas más famosas de todos los tiempos, no importa que la Mona Lisa esté en otra sala donde se encuentra almacenado todo nuestro equipo, y precisamente ahí es donde me cambio de ropa. Tengo que dar la vuelta en una de las esquinas y cambiarme de ropa frente a la estatua de Apolo que tiene aproximadamente 5000 años de antigüedad. Fue un regalo constante para cada día, para la noche, para la experiencia. Y teníamos que trabajar ese mismo día; teníamos todavía la pizarra; teníamos las cámaras; teníamos los dollys; teníamos que sacar las tomas. Pero es uno de los enormes regalos que me dio la película. En otras circunstancias, habrían tenido que cambiar todo. Habríamos tenido que construir completamente un museo de Louvre falso, y no creo que sea nada fácil. Hubiéramos tenido que decir: “Bueno, no vamos a filmar en Louvre. Vamos a hacer este otro museo que se parezca al Louvre. Y ni siquiera es un museo. Es un hospital abandonado, pero las salas como que se pueden adaptar para darles cierto parecido”. Un reto substancial para la película es dar vida al libro más vendido del mundo, así como a un par de los edificios más famosos de éste, siendo el museo de Louvre uno de ellos.

¿Cuáles son personalmente tus cinco películas favoritas?
– ¿De toda mi vida? Ah, pues, mira, ¿las películas que puedo ver una y otra vez? Bueno, todavía veo “2001: odisea del espacio” cuantas veces pueda. Déjame tratar de acordarme de algunas películas más recientes. Si no has visto “Elefante”, de Gus Van Sant, es una de las películas que más te congela hasta los huesos que yo haya visto. Es casi tan “actual” como te lo puedas imaginar. Principalmente es por el tema y la manera en que se aborda. Fue asombrosa. Estoy tratando de acordarme de las mejores películas de los pasados 10 ó 15 años, porque siempre vuelvo a los mismos clásicos. Ya sabes, “El Padrino”. También, “Fargo”, de los hermanos Coen, la cual también puedo ver una y otra vez, y me sigue fascinando. Y lo hago, en serio. Pienso que es perfecta. Creo que no tiene absolutamente ninguna falla. No voy a mencionar ninguna película del año pasado o algo así, porque suena como si estuviera hablando de los Oscar más o menos, pero hubo algunas películas increíblemente buenas. Y, ah, también “Juegos de placer”, de Paul Thomas Anderson; esa película fue una revelación.

¿Por qué le gusta a la gente ir al cine? ¿Es un escape o es una pasión?
– Es una buena pregunta. Es por todas esas cosas, no sólo una. En ocasiones tenemos que desconectarnos y estar con otras personas en una sala, en una sala colectiva y tener la atención en un lugar. Pero no tienes que ir con alguien, puedes ir solo al cine y sentir eso. Creo que a veces tienes que sentirte como parte de algo más grande que sólo tú mismo, y ciertamente el cine siempre ha podido darnos eso. Pero igual tienes un día en el parque o visitar un museo o asistir a algún evento deportivo. Eso puede hacerte sentir como si estuvieras conectado con todo el resto del mundo. Claro, no todas las películas te dan eso. A veces vas al cine y odias la ocasión, porque sientes que fue una pérdida de tiempo estar ahí sentado. Pero las películas son, básicamente, un arte participativo en el aspecto de que tomas parte de algo mucho más grande que tú mismo, y, al mismo tiempo, una experiencia muy, muy particular y personal. Creo que la condición humana es seleccionar algo periódicamente. Tienes que hacerlo. No digo que tengas que ir al cine de forma periódica, sino que tienes que seleccionar hacer algo de vez en cuando. Tienes que ir a las carreras o al carnaval, o tienes que ir a sentarte en un café a conversar con alguien o tienes que ir a la iglesia. Tienes que hacerlo. Es lo que hacen los seres humanos

Tienes que soñar…
– Tienes que desconectarte e inspirarte. Tienes que ponderar las cosas y hacer que te vengan ideas a la mente y decir: “Nunca pensé en esto antes. No sabía que existía hasta que vi esta película o tuve esta conversación, o vi a dos niños jugando en el arenero”.

¿Tienes algún consejo que puedas dar a los jóvenes para tener éxito en la vida?
– Evitar a los mentirosos y a los idiotas.

¿Cómo te preparaste para interpretar a un experto en símbolos de Harvard?
– En realidad, fue meterme en el contexto, tratar de cargarme la cabeza con una cantidad fenomenal de información sobre el tema del que íbamos a hablar. Construimos el simposio que él da, y tuve una idea de cómo era el panorama completo. Luego, también hablamos sobre cómo enseña él en verdad cuando llega el momento. Probablemente enseña en un salón de este tamaño y quizá tiene sólo unos cuantos alumnos. Es una gran conversación en contraste con una lección o clase planeada. Como experto en símbolos, tiene en la mente millones de puntos de referencia a partir de los cuales dibuja, millones de entendimientos sobre los rituales que pueden encontrarse en todo, desde el arte hasta la arqueología. Sabe qué significaba cada cosa en una cierta época. Entonces fue cuestión de tratar de tener la sensibilidad de hacer preguntas y observar, a diferencia de llevar un portafolios y beber una copa de brandy. Dan Brown describe la vida que tiene Langdon, yo vi esa vida y tiene el empleo perfecto y la vida perfecta, y se dedica a perseguir únicamente lo que le fascina
Todo está muy bien encuadrado.

¿Tuviste oportunidad de conocer al presidente Chirac en el museo de Louvre durante la filmación?
– No, al presidente no. Conocimos al Ministro de Cultura que vino a visitarnos, y tiene una filosofía muy interesante sobre permitirnos filmar en el Louvre y dejar que otras personas utilicen las construcciones atesoradas que hay por toda Francia, incluyendo ruinas y castillos, porque de otro modo se convierten sólo en edificios muertos y estáticos que la gente viene a visitar y punto. Luego se van y ganan algo de dinero o no. Él quería darles vida y hacerlos vibrantes de manera que no sólo fueran “la parada número cinco” en la excursión. Francia es muy rica con todo eso. Será muy interesante ver cuánta gente va a poder empezar a filmar en Versalles, por ejemplo. ¿Van a poder filmar en Aix-en-Provence y en lugares así? ¿Cuáles son todavía los sitios culturales que la gente quiere ver?
He visto mapas y guías de excursiones sobre El Código Da Vinci.

– Sí, sí, puedes hacerlo
Me parece algo bueno.

¿La genialidad de Leonardo da Vinci es central para el éxito del libro y de la película?
– Supongo que sí. Creo que el personaje no obvio que existe en esto es precisamente Da Vinci. Está en alguna parte, constantemente paseándose fuera de la cámara, guiando todo desde su tumba, por decirlo así.

¿Qué te pareció trabajar con Audrey Tautou? ¿Te enamoraste de ella?
– Audrey es una artista. Hace cosas tan simpáticas. Estábamos en la mesa, por ejemplo, y hablábamos y hablábamos y hablábamos, todo en inglés. Entonces, de repente volteaba a verla y ella estaba literalmente en otro planeta, no ponía ninguna atención a nada de lo que decíamos. Le entraba por un oído y le salía por el otro. No entendía ninguna de nuestras bromas. Entonces, pensábamos que ya habíamos terminado una escena o alguna página que estábamos discutiendo, y de pronto ella decía: “Sí, pero…” y se lanzaba a señalar un punto que se nos había pasado por completo o que podía sólo venir de la persona que está tratando de hacer sentido al interpretar a Sophie. Eran preguntas u opiniones impresionantes. No es una persona fácil de dominar. Yo la vi en “Amelie” y en “Amor eterno”, y sus personajes eran ambos misteriosos y muy intensos. Hay algo ahí que obviamente viene de algún lugar en el más allá: “Bueno, éstas son mis líneas y éstas son mis marcas, así que sólo voy a decirlas”. Creo que es muy feliz haciendo este tipo de trabajo. Me parece que con la enorme expectativa que hay en la gran película norteamericana, hubo días que seguro extrañaba estar en un set pequeño donde todos supieran exactamente lo que estaban haciendo. Donde se van a hacer tres tomas y todo va a ser muy específico, luego siguen adelante con lo que falta. Me interesé mucho en pedirle su versión de cómo las películas francesas podrían manejar ciertas circunstancias y todo era siempre diferente. Ella es intimidatoria en muchos sentidos, pero al mismo tiempo es una artista del cine. Me refiero a que no le impresiona el poder o la atención que vienen con todo este ambiente. Tiene trabajo y se dedica a hacerlo. Si no tiene la oportunidad de hacerlo bien, para ella no fue un buen día.

¿Qué es lo que hace que Brian Grazer destaque tanto en Hollywood?
– Es un productor muy agresivo. Hay algunas personas que se convierten en productores porque caen en ello procedentes de otras disciplinas, pero con él no sucedió así. Él es un productor. Sabe cómo funcionan las juntas y conseguir el material e imponerse para lograr lo que desea. Está dispuesto y es capaz de hacer alianzas por el bien del proyecto. Es un tipo de persona muy particular, porque un verdadero productor desempeña un papel muy peculiar en la evolución de una película. Eso es lo que él hace. Para eso nació. Es para lo que vive y respira todos los días.

¿Eres aficionado de “24 horas”, la serie de televisión producida por Ron Howard e Imagine Entertainment de Brian Grazer?
– Sí, ha sido fenomenal.

¿Cómo fue actuar con un elenco internacional?
– Muy emocionante. Fue algo maravilloso, con diferentes disciplinas de diversos lugares, particularmente cuando estás trabajando con personas de otros países. Tienen experiencias y antecedentes mucho más variados, porque muchos de los actores nunca han estado en el escenario, por ejemplo, nunca han hecho más que un par de series de televisión y algunos comerciales antes de entrar a la industria del cine. Es una clase de disciplina totalmente diferente que puede complementarse muy bien. Y estar con Paul Bettany y Sir Ian McKellen, quienes tienen mares de experiencia teatral, verlos cómo se meten dentro de su papel, dentro de la escena… todos vienen de filosofías absolutamente diferentes sobre cómo ser actor, que son muy distintas a la filosofía norteamericana. Es válido, es impresionante y la verdad, inspira.

¿Tu filosofía de actuar es diferente al enfoque que le dan los europeos?
– Mira, supongo que todos somos diferentes porque tenemos distintas experiencias. Por ejemplo, Sir Ian, no puedes anticipar ningún tipo de conducta o ningún tipo de proceso que venga de él. Siempre te sorprende con algo nuevo, cada vez, algo delicioso. Le da sentido a las cosas, pero de una manera diferente y completamente nueva, y cada vez que lo hace, da la impresión de que se está divirtiendo mucho, disfruta torcer un poco las cosas. El resultado de todo eso es que al final todas las tomas son ligeramente diferentes. Y Jürgen Prochnow entró en la película y ya era tan refinado, es impresionantemente oportuno para sus intervenciones y sus pausas. Estaba tan bien preparado que llagamos a sentirnos un poco intimidados, exactamente en la forma en que teníamos que ser intimidados por su personaje.

La gente dice que eres un camaleón cuando se trata de actuar. ¿Qué haces para lograr esta cualidad?
– Sólo pienso que es mi trabajo; como Shakespeare dijo hace mucho tiempo: “Ponle un espejo a la naturaleza”. Creo que es lo único que verdaderamente puedo aportar a esto. Digo: “Bien, ¿qué pasaría en realidad en una circunstancia como ésta?” Parte de ello es, ¿qué necesitas de la historia? ¿De qué se trata esta escena en particular? Asumo el papel de conductor de un papel. ¿Por qué inventarlo? Vamos a averiguar qué pasaría realmente en este tipo de circunstancias y partimos de ahí, si eso es lo que estamos tratando de hacer.

¿Cuáles cualidades buscas cuando aceptas un nuevo papel? Especialmente, porque estás en posición de decir “no” a algunos proyectos.

– De algún modo, el tema que se va a examinar en la película tiene que valer la pena. Es muy costoso hacer cine, y se requiere mucho tiempo. Puede ser una comedia. Puede ser un romance. Puede ser un drama. Puede ser una película sobre guerra. Puede ser sobre matar. Pero tiene que haber una especie de cuestión o posición temática con la que todos en el cine se sientan de algún modo relacionados o familiarizados, que todos puedan decir: “¿Qué haría yo si estuviera en las mismas circunstancias?” Eso es lo que yo busco cuando voy al cine, como cualquier persona del público. No se trata del momento en que se lleva a cabo, puedo ver películas de costumbres. Puedo ver películas que se desarrollan en el futuro y de cualquier forma me preguntaré: “Vaya, ¿qué haría si estuviera en esas circunstancias?” Una película que se desarrolla hace miles de años o hace 20 años o en la época actual, todas se pueden aterrizar en el mismo lugar temático. Creo que cuando me sentí cautivado por el teatro y el cine en un principio, por ir al cine, fue porque era divertido ver a James Bond hacer todo lo que hacía. En ocasiones puedes ponerte incluso en su situación; sería magnífico ser James Bond. Pero las verdaderas conexiones emocionales que tuve con una película fueron las veces que me ponía a pensar: “Dios mío, quiero ser un artista como las personas que estaban en ese escenario o en esa película”. Me hacen preguntarme: ¿qué haría si estuviera en esas circunstancias? A veces funciona, pero a veces no. Eso es lo que finalmente busco en todo, no sólo en las películas que hago, sino también en las películas que veo

PeruBlogs Tags: Cine, Codigo-Da-Vinci

2 respuestas to “Da Vinci Code: Entrevista Tom Hanks!”

  1. Valeria said

    Amo a Tom Hanks y el codigo Da Vinci, la pelicula y el libroooo!!!! 😀

  2. cineypantalla said

    Muy buena película la recomiendo,además les dejo el adelando de la nueva película de Diego Luna y Gael.

    «Voy a explotar» 5fs-wN1Oig0[/youtube ]

Replica a cineypantalla Cancelar la respuesta